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Gracias al avance de la tecnología y el ingenio de muchos se han ofrecido diferentes materiales que después de determinado proceso han sido nombrados “piel vegana”, ya que los materiales que utilizan no tienen procedencia animal. Entendemos que este término puede generar algo de confusión. Creemos que podemos usar el concepto de piel vegana para hacer referencia a todos aquellos materiales que se asemejen a piel cuyo origen no es el animal y aquí es donde parte dicha confusión. Considerando que el cuero/piel es un producto de origen animal y fabricado a partir de la piel de un animal; Y que este término fue acuñado para la Organización Internacional de Normalización (ISO); Es por eso por lo que erramos al nombrar piel todo aquello que no provenga propiamente del animal ya que incurrimos, entonces, en publicidad engañosa.

Los consumidores deben tener claridad del origen del material que adquieren, por ello este término “cuero” o “piel” deberían utilizarse únicamente para referirse a los materiales que se ajusten a su definición.

El cuero pasa por un proceso de curtición para hacerlo imputrescible, mientras que el “cuero vegano” puede crearse de una variedad de materiales alternativos como champiñones, piñas, uvas, manzana, papel estraza, naranja, cactus, entre otros. Sin embargo, el llamar vegano a un producto no significa natural, tampoco significa que tenga una relación positiva con el impacto ambiental, lamentablemente son términos que suelen confundirse fácilmente. Un material “vegano” no lo hace automáticamente biodegradable o reciclable salvo que lo indiquen, claro. Por esto es por lo que resulta “engañoso” nombrarlo de esta manera. Podría incluso considerarse como una estrategia de mercadotecnia.

Mantenernos informados, como consumidores responsables, sobre los materiales y proceso por los que pasa el cuero (indistintamente si elegimos el original o no) es como aseguraremos resultados “beneficios” en cualquier producto, ya que sabrás que esperar de el. El “cuero sintético o cuero vegano” no es tan cómodo como el genuino ya que no permite que la piel respire. Del mismo modo la durabilidad es completamente diferente; Una pieza de piel genuina puede durarte una eternidad con los cuidados pertinentes sin olvidar su facilidad de reparación. Estas son algunas de las desventajas del “cuero vegano” frente a la piel genuin

Anteriormente mencionamos que veganismo no es, necesariamente, sinónimo de sustentabilidad o cuidado ambiental. Por lo general, pese a venir de materiales naturales suelen mezclarse con poliéster, nailon, PVC o PU para asemejarse a la piel. Por lo que, en cuanto, a temas de contaminación o sustentabilidad ambiental se refiere, está lejos de la serlo. Desde un punto de vista semántico es comprensible el debate entre la “piel vegana” y la piel genuina. Este término de “piel vegana” fue creado para un público especifico e interesado en el tema para convencer de estar adquiriendo un producto tan bueno como el cuero real, sin el impacto animal que les preocupa, pero a su vez dejando de lado el impacto ambiental negativo de los materiales adicionales que el “cuero vegano” posee, y sin mencionar el impacto positivo que la industria de la curtiduría representa frente a la industria cárnica.

La apariencia de estos productos también difiere entre ellas, en la mayoría de los casos, las “pieles veganas” destacan por tener un aspecto más plástico, un olor diferente y difícil de eliminar, aún que ahora existen aromatizantes que se asemejan al olor de la piel genuina este suele evaporarse y durar poco tiempo si es comparado contra el cuero real donde su olor se mantiene presente a lo largo de la vida del producto; La comodidad y transpirabilidad son otras características que no han podido igual de la piel genuina vs la “piel vegana, el “cuero vegano” por su composición artificial es menos transpirable lo que a la larga la hace un material incómodo.

Entre la desinformación que gira alrededor del cuero vegano se encuentra la creencia de que la utilización y creación de este evitará la cría de animales o fomentará la reutilización de materiales de desecho; Al inicio de este artículo les mencionamos que el cuero es un subproducto de la industria cárnica y láctea. Lo que significa que los curtidores toman el “desecho” de esta industria y curten las pieles para evitar que estos generen mayores emisiones de CO2, desechar o enterrar las pieles que esta industria produce, generaría un impacto ecológico negativo mayor. Limitar o reducir la industria curtidora no disminuiría la crianza del ganado pues su objetivo no es criarlos para hacer pieles si no criarlos por su carne y lácteos.

Recuerda que la durabilidad es uno de los factores más importantes, pensar en piel genuina es pensar